
Romanos 1:19-21 contiene la explicación bÃblica por la que hay tantas religiones:
“Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de Él, – Su eterno poder y deidad, – se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.”
El significado de estas Escrituras es claro. La verdad de Dios es vista y conocida por cada ser humano, porque Dios lo ha hecho asÃ. Pero en vez de aceptar la verdad acerca de Dios y someterse a ella, la mayorÃa de los seres humanos la rechazan, y en cambio buscan su propia manera de entender a Dios. Pero esto no conduce a la iluminación respecto a Dios, sino a la futilidad del pensamiento. Aquà es donde encontramos las bases de la razón para “tantas religiones.”
Mucha gente no quiere creer en un Dios que demanda rectitud y moralidad, asà que se inventan un dios que no haga tales requerimientos. Mucha gente no quiere creer en un Dios que declara que es imposible que la gente gane su propio camino al cielo por medio de sus buenas obras; asà que ellos inventan a un dios que acepta a la gente en el cielo si es que han llevado a cabo ciertos pasos, seguido ciertas reglas, y/o obedecido ciertas leyes, al menos hasta donde pueden. Mucha gente no quiere relacionarse con un Dios que es soberano y omnipotente; asà que imaginan un dios que sea más bien una fuerza mÃstica, que un Dios personal y gobernante soberano del universo.
Pablo lo expresa en palabras que no requieren mayor explicación:
Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, quien dio su vida como rescate por todos(1 Timoteo 2:5,6).