La fe de Hebreos 11 no es una fe que "mueve montañas", es una fe que mueve personas.
Me explico... La fe de Hebreos 11 no tiene nada que ver con el tipo de fe que algunos promueven y que pretende hacernos creer que podemos hacer declaraciones determinantes y dar órdenes a Dios para que se cumpla nuestro deseo, o dicho en un lenguaje aparentemente bÃblico, para que se mueva “nuestra montaña”; ignorando asà la soberanÃa, los planes y los propósitos del Señor Todopoderoso.
Para entender esto, veamos un poco de cerca este pasaje: Todos los personajes mencionados en el capÃtulo son grandes ejemplos de una fe genuina, pero en 11:39 dice: "Y todos éstos, habiendo obtenido aprobación por su fe, NO RECIBIERON LA PROMESA" lo que significa que para estos personajes en su "Aquà y ahora" la gran promesa nunca se cumplió, "su montaña" no se movió, simplemente murieron y “la montaña” siguió allÃ.
Pero hubo algo que sà sucedió, la fe los movió a ellos...
La fe los movió a renunciar a su pasado, a caminar hacia lo desconocido, a luchar con valentÃa y a ver más allá de la montaña de las dificultades; considerando como mayores riquezas la deshonra y la vergüenza que los tesoros de este mundo; porque tenÃan la mirada puesta en la recompensa.
Esa fue la fe de ellos, no una fe en que Dios cumplirÃa sus caprichos como se promueve hoy. Una fe ejemplar porque no vieron y creyeron. Una fe a la que estamos llamados nosotros, una fe que se trata de movernos confiando en la promesa de Dios de traer justificación, salvación y gloria por medios de Jesús.
Asà que no pierdan la confianza, y que ésta fe siga moviéndonos, porque será grandemente recompensada.