La polémica ha rodeado la muerte de Cristo en
la cruz por casi dos milenios. En el tiempo del apóstol Pablo, era
“tropezadero” para los judÃos y “locura” para los griegos (1 Corintios
1:23). Durante los 2,000 años pasados, hombres y mujeres de toda etnia
han rechazado—por muchas razones inaceptables—la historia del Salvador
crucificado y resucitado. Tristemente, en la actualidad para algunos
incluso la cruz fÃsica ha llegado a ser un tropezadero. A causa de una
supuesta contradicción en cuanto a las palabras que se escribieron en la
cruz de Cristo, algunos creen que el mensaje de la cruz que Juan,
Pablo, Pedro, Felipe y otros predicaron, simplemente no es digno de
confianza. Según los escépticos, los escritores del evangelio no
estuvieron de acuerdo en cuanto a lo que decÃa el tÃtulo que se puso en
la cruz de Jesús.
Antes de responder la pregunta anterior, considere la siguiente ilustración. Una noche después de salir del trabajo, informé a mi esposa (Jana) en cuanto a una acusación que leà en un cartel publicitario en mi camino. Se trataba de uno de nuestros amigos que estaba tratando de ocupar un puesto en la municipalidad. Procedà a contarle que la acusación decÃa: “John Doe es un ladrón”. El siguiente dÃa, nuestra sobrina (Shanon) vino a la casa y contó a Jana que habÃa visto un cartel (el mismo que habÃa mencionado un dÃa antes) que decÃa: “El candidato al municipio, John Doe, es un ladrón”. Finalmente, el próximo dÃa, una amiga (Rhonda) visitó a Jana y le informó del mismo cartel, el cual decÃa: “El candidato al municipio de Montgomery, John Doe, es un ladrón”. Pregunta: ¿EstarÃa alguien justificado al decir que Shanon, Rhonda y yo nos contradijimos en cuanto a lo que el cartel decÃa? ¡Ciertamente no! Los tres reportamos la misma acusación (“John Doe es un ladrón”), excepto que Shanon mencionó el hecho que él era “un candidato al municipio”, y Rhonda añadió que era un candidato de “Montgomery”. Todos reportamos verazmente la acusación que vimos en el cartel. De igual manera, la acusación en la cruz en cuanto a Jesús es la misma en las cuatro narraciones—“el Rey de los JudÃos”.
Además, se debe tener en cuenta que la acusación en la cruz fue escrita en tres idiomas diferentes, y se pudo haber necesitado traducirla en algunos casos. Según Juan, el tÃtulo “estaba escrito en hebreo, en griego y en latÃn” (Juan 19:20; cf. Lucas 23:38). Se dice que Pilato habÃa escrito el tÃtulo (Juan 19:19), y él (o quienquiera que ordenó a escribirlo—cf. Juan 19:1) pudo haber escrito una expresión ligeramente diferente en cada idioma de acuerdo a su habilidad en cada idioma, o según el tiempo que quiso emplear en escribir cada una. Adicionalmente, como el comentarista Albert Barnes señaló, “Un evangelista pudo haberlo traducido del hebreo, otro del griego, el tercero del latÃn y el cuarto pudo haber traducido una de las inscripciones un poco diferente que los otros” (1997).
La inscripción en la cruz de Cristo que los cuatro escritores del evangelio mencionan prueba una vez más, no que la Biblia contiene discrepancias, sino que los narradores escribieron independientemente. No dependieron el uno del otro para asegurarse que sus hechos fueron exactamente correctos. En cambio, sus relatos exactos de la vida de Jesús se basan firmemente en la “inspiración de Dios” (2 Timoteo 3:16).
Articulo original de Apologetics Press
- Mateo: “Este es Jesús, el Rey de los JudÃos” (27:37).
- Marcos: “El Rey de los JudÃos” (15:26).
- Lucas: “Este es el Rey de los JudÃos” (23:38).
- Juan: “Jesús Nazareno, Rey de los JudÃos” (19:19).
Antes de responder la pregunta anterior, considere la siguiente ilustración. Una noche después de salir del trabajo, informé a mi esposa (Jana) en cuanto a una acusación que leà en un cartel publicitario en mi camino. Se trataba de uno de nuestros amigos que estaba tratando de ocupar un puesto en la municipalidad. Procedà a contarle que la acusación decÃa: “John Doe es un ladrón”. El siguiente dÃa, nuestra sobrina (Shanon) vino a la casa y contó a Jana que habÃa visto un cartel (el mismo que habÃa mencionado un dÃa antes) que decÃa: “El candidato al municipio, John Doe, es un ladrón”. Finalmente, el próximo dÃa, una amiga (Rhonda) visitó a Jana y le informó del mismo cartel, el cual decÃa: “El candidato al municipio de Montgomery, John Doe, es un ladrón”. Pregunta: ¿EstarÃa alguien justificado al decir que Shanon, Rhonda y yo nos contradijimos en cuanto a lo que el cartel decÃa? ¡Ciertamente no! Los tres reportamos la misma acusación (“John Doe es un ladrón”), excepto que Shanon mencionó el hecho que él era “un candidato al municipio”, y Rhonda añadió que era un candidato de “Montgomery”. Todos reportamos verazmente la acusación que vimos en el cartel. De igual manera, la acusación en la cruz en cuanto a Jesús es la misma en las cuatro narraciones—“el Rey de los JudÃos”.
- Mateo: “Este es Jesús, el Rey de los JudÃos” (27:37).
- Marcos: “El Rey de los JudÃos” (15:26).
- Lucas: “Este es el Rey de los JudÃos” (23:38).
- Juan: “Jesús Nazareno, Rey de los JudÃos” (19:19).
Además, se debe tener en cuenta que la acusación en la cruz fue escrita en tres idiomas diferentes, y se pudo haber necesitado traducirla en algunos casos. Según Juan, el tÃtulo “estaba escrito en hebreo, en griego y en latÃn” (Juan 19:20; cf. Lucas 23:38). Se dice que Pilato habÃa escrito el tÃtulo (Juan 19:19), y él (o quienquiera que ordenó a escribirlo—cf. Juan 19:1) pudo haber escrito una expresión ligeramente diferente en cada idioma de acuerdo a su habilidad en cada idioma, o según el tiempo que quiso emplear en escribir cada una. Adicionalmente, como el comentarista Albert Barnes señaló, “Un evangelista pudo haberlo traducido del hebreo, otro del griego, el tercero del latÃn y el cuarto pudo haber traducido una de las inscripciones un poco diferente que los otros” (1997).
La inscripción en la cruz de Cristo que los cuatro escritores del evangelio mencionan prueba una vez más, no que la Biblia contiene discrepancias, sino que los narradores escribieron independientemente. No dependieron el uno del otro para asegurarse que sus hechos fueron exactamente correctos. En cambio, sus relatos exactos de la vida de Jesús se basan firmemente en la “inspiración de Dios” (2 Timoteo 3:16).
Articulo original de Apologetics Press