¿Por Quién Debe Votar un Cristiano?
Un gran
segmento de la población creyente y no creyente opina que los cristianos no
deberían participar en política en general. Otros han sido más específicos al
enseñar que el cristiano no debería ser candidato, no debería ocupar un puesto
político, no debería participar en un partido político y que los pastores no
deberían participar en política.
En un
artículo anterior hemos hecho referencia a la participación del cristiano en la
política [El Cristianismo y La Politica] y hemos establecido que, ya sea de manera activa o simplemente
ejerciendo su voto, el creyente en Jesús debe incidir en la política no a pesar
de su FE sino porque ser cristiano así lo exige. Ahora la pregunta que surge es: ¿Por quién
debe votar un cristiano?
Ya hemos
dado una pincelada para contestar esta pregunta en el artículo ya mencionado,
pero en vista de que se acerca la fecha de las elecciones presidenciales en
República Dominicana se nos hace conveniente ampliar y resaltar los principios
bíblicos pertinentes que nos permitan participar en la actividad política de
acuerdo a los principios que se revelan en nuestra guía, La Palabra de Dios.
Primero
establezcamos la necesidad del voto cristianamente consciente. Todo cristiano
interviene en los asuntos públicos mediante su opinión, mediante su voto o de
cualquier otro modo. El voto es una voz, por lo que el silencio de los
cristianos puede convertirse en un apoyo indirecto a lo que rechazamos. El
abstenerse de votar permite que tengan un voto menos los candidatos que mas
representan nuestros valores y les da más oportunidad de ganar a quienes tienen
valores totalmente contrarios a nuestra fe. El cristiano tiene una obligación
moral de apoyar el bien común de acuerdo a sus valores morales y el voto es uno
de los mejores privilegios que permite buscar el bien común. No solo los
políticos tienen la obligación de buscar el bien de la sociedad, también
mediante su voto tiene obligación la cristiandad.
Ahora, es
una objeción válida el hecho de que en la mayoría de los países de América
Latina (República Dominicana no es la excepción) los partidos políticos que nos
representan no tienen ideales bien definidos o bien los abandonan y los cambian
a su conveniencia. Pero el voto del cristiano no debe realizarse nunca basado
en la desinformación, sino en la información de:
1) Los
principios bíblicos que debemos creer, practicar y promover.
2) Información
del partido, candidato, y/o idea a favor del cual depositaremos nuestro voto.
Existen
cosas y conductas que siempre serán pecaminosas para el cristiano y que, por lo
tanto, no debe promover ni directa ni indirectamente. Existen leyes anti
moralidad cristiana que no deben ser apoyadas por los cristianos. No debemos
vivir esa moralidad pecaminosa, no debemos votar a favor de leyes con esa
moralidad, ni debemos apoyar a candidatos que votaran a favor de esas conductas
que nosotros consideramos inmorales. El cristiano que apoya partidos políticos,
políticos o leyes que por filosofía de pensamiento son contrarias a nuestra fe,
no ha entendido el mensaje bíblico y actúa con inmadurez.
Para ser un
poco más claros y directos vamos a enumerar algunas motivaciones incorrectas
que no debe tener un cristiano al votar:
1) El voto
del cristiano no debe ser por un candidato, por un partido político o por un
interés personal. El voto debe ser por las ideas propuestas.
2) El voto del cristiano no debe ser movido por
la amistad, por el beneficio inmediato que puede obtener, o a cambio de la
promesa de un bien económico.
3) El voto
del cristiano no debe ser por las emociones que provocan los discursos
vacíos de los candidatos.
4) El
cristiano no debe confiar su voto a quien promueve o permite leyes inmorales
como el aborto, la homosexualidad, la eutanasia, etc.
5) El
cristiano no debe votar, por ejemplo, motivado por aquel candidato que, a pesar
de promover anti-valores, le ofrece que le prestará el coliseo gratis para que
celebre una campaña evangelística o que le patrocinará los equipos de
amplificación o le dará dinero para construir un templo.
6) El
cristiano nunca debe votar por un candidato que no crea en Dios pues su sistema
de pensamiento y su filosofía de vida es anti-Dios.
El
cristiano que vota movido por estas razones y no por sus convicciones morales
no es cristiano o no ha entendido su Biblia y actúa en inocencia o ha elegido
la desobediencia.
Es cierto
que en la medida que decidamos vivir conforme a nuestras convicciones
encontraremos más y más resistencia de parte de quienes promueven ideas
contrarias como el humanismo y el relativismo moral, característico del postmodernismo.
Pero nosotros los cristianos firmes en nuestras convicciones bíblicas, debemos
estar dispuestos a que nos coarten la libertad de predicar, pero igual
predicar, aun a costa de nuestra vida, pero no entregarles el derecho de que
influencien con sus doctrinas
antimorales y anticristianas toda la vida de una nación, sea cual sea la
nación en que nos encontremos.
La agenda
cristiana es exclusivamente la predicación, promoción y defensa del evangelio
de Cristo, sus valores y principios expuestos en La Palabra de Dios, porque
creemos que solo a través de La Biblia el hombre pecador puede llegar a conocer
a Dios y ser salvo.
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