¿Es La Biblia Suficiente o Hace Falta Nueva Revelación?

La mayoría de los reformadores y sus seguidores aceptaron y
defendieron con vehemencia la Doctrina de la suficiencia de Las Escrituras, que
sostiene que la Biblia es todo lo que necesitamos para la vida de fe y
servicio. Esta nos provee una clara presentación de la intención de Dios para
restaurar la relación rota entre Él y la humanidad a través de Su Hijo
Jesucristo. Ningún otro escrito ni «revelación» es necesario para entender
estas buenas nuevas, ni ningún otro escrito se requiere para equiparnos para
una vida de fe.
La Confesión de fe de Londres de 1689, en su artículo sobre
las Sagradas Escrituras, dice muy explícitamente:
«Las Sagradas Escrituras constituyen la única regla suficiente, segura e infalible de todo conocimiento, fe y obediencia salvadores.»
Y más adelante añade:
«Todo el consejo de Dios tocante a todas las cosas necesarias para su propia gloria, la salvación del hombre, la fe y la vida, está expresamente expuesto o necesariamente contenido en las Sagradas Escrituras; a las cuales nada, en ningún momento, ha de añadirse, ni por nueva revelación del Espíritu ni por las tradiciones de los hombres.»
Ahora, cuando hablamos de «La Escritura» nos referimos a
todos los libros del Antiguo y Nuevo Testamento. Pablo se lo explica así, al
joven pastor Timoteo:
…«las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda Escritura es dada por inspiración de Dios, y es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra»
(2 Timoteo 3:15-17.)
Con esto podemos ver que desde el tiempo de los apóstoles hasta
el presente, la verdadera iglesia siempre ha creído que la Biblia está completa
y es suficiente. Dios ha dado su revelación y ahora La Escritura está
terminada. Dios ha hablado. Lo que él nos dio es completo, eficaz, suficiente,
sin error, infalible y autoritativo. Aunque parece muy fuerte, hay que
reconocer que los intentos de añadirle a la Biblia y los reclamos de revelación
posterior de Dios siempre han sido característicos de los herejes y de los sectistas, no del verdadero pueblo de
Dios.
El problema de hoy es que la suficiencia de la Escritura
está bajo ataque, La Palabra de Dios ha dejado de ser la guía en muchos
aspectos de la vida, y lamentablemente
esto se promueve casi siempre de dentro de nuestras mismas iglesias. Técnicas
mundanas de organización, métodos para atraer multitudes, entretenimiento,
revelaciones no bíblicas, misticismo, y consejería psicológica, todos declaran
que la Biblia y sus preceptos no son adecuados para vivir la vida cristiana. Parece
que no se percibe que decir que necesitamos la Biblia y algo más equivale a
invalidarla por completo. Debemos ya meditar en esto, si invalidamos La Palabra
de Dios ¿Con qué nos alumbraremos?
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